Para turistas exquisitos

Cada encargo es, para nosotros, un nuevo reto,  y las reformas  que los clientes nos demandan se convierten muy a menudo en un proyecto casi personal. Este es el caso de la reforma que os presentemos hoy, la de un piso en pleno casco antiguo de Girona, donde cada rincón, cada detalle, ha estado diseñado, pensado y elegido al milímetro, teniendo siempre muy presente de quien disfrutará este maravilloso piso: los turistas que vienen a visitar nuestra ciudad.

Está situado en un edificio con mucha historia en el ‘carrer de la Força’, en un caserón del 1703 donde en el siglo XIII había estado ubicada la segunda sinagoga de la comunidad judía. A nivel decorativo se ha  conservado elementos como las paredes de piedra, los techos de cuatro metros y medio de altura, excepto en el baño, así como también las vigas de madera. Las puertas interiores también se han mantenido dándoles, pero, un color más actual que las integra con el resto de tonalidades del apartamento.

Un elemento muy significativo fue mantener el suelo original. Se trata de un pavimento hidráulico que combina dos tonalidades, el ocre y el crudo. Estos dos colores fueron los que nos determinaron a la hora de escoger el resto de colores para las paredes, puertas y ventanas. Y optamos por dar como color de base un tono crema y añadir toques de gris piedra.

El mobiliario escogido es una mezcla de piezas modernas y actuales combinadas con algunas piezas restauradas ya existentes en la casa, que en algunos casos hemos cambiado de lugar e incluso dado otro uso.

Los dos únicos espacios que han sido completamente rehabilitados son la cocina y el baño, pero hemos mantenido igualmente este carácter tan único y personal que tiene toda la casa. Un espacio donde se respira tradición y modernidad, donde relajarse y desconectar de todo.

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